lunes, 18 de febrero de 2008

Yauya - 2007




Esta vez nos fuimos con los Títeres hasta Yauya, un lejano y hermoso pueblo en las alturas del callejón de Conchudos en Ancash; eran días de fiesta, tres acontecimientos movían la celebración: - 102 años de creación política del distrito,
- Un año de inauguración de la reconstrucción del puente colgante sobre el río Pucayacu en el camino Inca y
- Dos años de creación de la Biblioteca del Pueblo
Esto último nos llevó hasta allí, una biblioteca en las alturas implementada gracias a la iniciativa de la Asociación Educativa y Cultural Jatun Nani dentro de un programa pedagógico de promoción de la lectura, la biblioteca ahora recibía su aniversario en la celebración de la Semana de los derechos de la niñez Yauyina, Jatun Nani elaboró para ello un programa de celebraciones que vinculaba a la Biblioteca y los niños de Yauya con el Colegio Domingo Faustino Sarmiento y sus alumnos en Lima con donación de libros, intercambio de cartas, conocer sus realidades y en medio de todo esto Títeres, títeres no sólo para recrear sino también para generar reflexión sobre algunos temas específicos: el derecho a la lectura y la solidaridad.
Para ello se nos convocó y por razones varias esta vez fue Tárbol en versión solista, con Martín Molina llevando la Obra “El Pompón” de Lily Cardich a la cual incorporamos el primer tema a tratar pues el segundo ya es su centro.
Partimos el 12 de Noviembre muy temprano a las 6 de la mañana, después de un largo viaje interrumpido por algunos deslizamientos de tierra y piedras y un desperfecto del bus, llegamos en la madrugada, Yauya nos recibió a oscuras y encharcada por la lluvia del día anterior.
El martes 13 conocimos la Biblioteca, primera impresión, gran impresión, un solo ambiente pero muy bien distribuido, acogedor y motivante, y por sobretodo muy bien implementado con libros para todas las edades, niveles de educación, gustos y necesidades, en buen estado, atractivos y con algunas joyas como cinco tomos de El Quijote en historieta con dibujos montados sobre fotografías de los lugares donde se hubieran desarrollado los sucesos, una verdadera maravilla, en realidad una biblioteca a envidiar aun para los lectores de Lima.
Nos habían comentado que para los niños sería la primera experiencia con Títeres y que quechuahablantes de origen no todos dominaban bien el castellano, dos razones que planteaban la necesidad de conocerlos directamente y en base a ello quizá replantear la obra para que sea bien recibida y aprovechada, por lo que se programó un ensayo con público la tarde del martes.

Ensayo Abierto
Martes 13
Había niños leyendo o curioseando los libros como todos los días, instalamos el teatrín en uno de los extremos, esto de por sí ya despertó su curiosidad, se fueron acercando de a pocos y tímidamente, algunos preguntaban, se les invitó a la función y ellos trajeron a algunos niños más, al rato teníamos cerca de 20 niños sentados muy ordenaditos esperando la función, un corte de fluido eléctrico la retrazó y la electricidad no llegó entonces se hará sin música ….
Desde Lima ya había ideado una estrategia para acercar los Títeres a los niños sin que el encuentro resulte traumático, para ello u aunque no me guste hacerlo tuve que salir a presentar, luego de los saludos de rigor les expliqué brevemente el motivo de mi presencia y que son los Títeres para luego mostrárselos ampliamente, saqué a Toby aun en su bolsa de transporte y les dije que dormía por tanto debíamos despertarlo para la función, abría la bolsa y saqué lo que encontraba: una pata, luego la otra (ya se veía ese brillo que siempre viene a los ojos de los niños cuando en frente hay un títere y tímidas sonrisas desde sus lugares) luego otra y la otra, una oreja y la otra, la cabeza, el cuerpo y .... seguía durmiendo; para despertarlo faltaba algo, prestarle mi mano, les mostré como ingresa en su cuerpo que ya con ella seguía durmiendo, intenté despertarlo y me respondió con un ronquido, tras varios intentos frustrados hube de recurrir al público, les expliqué que la única manera que quedaba para despertarlo era haciéndole cosquillas en le cuello para lo que pedí un voluntario... manos en alto? Ninguna (tengamos en cuenta que este público nunca había visto títeres), un intento más pues sin su ayuda no habría función y un niño al fin tímidamente se ofreció, acercó con mucho cuidado su manita a Toby y rápidamente le hizo cosquillas con cara de desconcierto, Toby en sueños ríe y él inmediatamente aleja su mano y ríe ahora con los demás, pero Toby no despierta, uyyy parece que faltan manos, necesitamos ayuda de otros niños, uno se acerca y entre los dos al fin logran despertar a Toby, y a su lugar que ya es hora de empezar la función; Toby sube al escenario y desde allí saluda a los niños, no hay respuesta entonces la bibliotecaria responde y con su ejemplo algunos niños también lo saludan, un breve dialogo, presentamos la obra y empieza “El Pompón”, la historia de un conejo que , para esta ocasión modificación de pormedio, muy contento iba a la nueva escuela del bosque para aprender a leer por lo que se había puesto muy guapo, orgulloso comenta al público de su mejor adorno: su cola, que descubre ha perdido en el camino por lo que teme ir a la escuela y ser rechazado al no estar “presentable” , triste y desanimado se aleja mientras otros personajes encuentran la cola que pasa de mano en mano, a estas alturas de la obra normalmente los niños entran en un gran griterío ... “La colita es del conejo” se involucran tanto que hay que controlarlos pero en Yauya reinaba el silencio, a lo más unos suaves murmullos comentando entre ellos, fue la función más tranquila y silencios que haya hecho de esta obra.
Al terminar la función salgo para despedir, los niños en sus lugares con sus miradas en mi y el teatrín y en completo silencio, entonces otro intento de acercarlos ... ¿quieren ver que hay atrás del teatrín? Y un sí aun muy tímido, giro el teatrín y les explico...y ahora , quieren ver a los títeres? Y al fin hablan un poco, piden uno a uno a los personajes, les hacen unas preguntas ya entrando en confianza y nos despedimos; mientras voy atrás del teatrín para poner orden y guardar a los Títeres sólo vienen dos niñas que miran de lejos, se siente raro pues habitualmente hay una avalancha de niños que quieren ingresar al teatrín y coger los títeres.
Debo confesar que este ensayo me dejó entre frustrado y asustado, y eso que estos eran los niños del pueblo, ¿cómo serían los de los caseríos cerros arriba que conocería mañana?, a prepararse entonces con ayuda de los comentarios del personal de la biblioteca decidí lo siguiente:
- Presentación con el Titiritero afuera y Toby durmiendo: queda
- Obra: sintetizar, reducir lo prescindible, reducir los parlamentos a los necesarios y hablar más pausado por el problema del idioma.
- Cierre y despedida mostrando el teatrín y los títeres: queda, en lo posible propiciar despedida con contacto físico Niño-Títere (darse la mano, abrazos).

Primera Función
Miércoles 14
Por la mañana para alumnos de colegios de las comunidades de Pampacancha, Ocobamba y San Juan.
Después de un largo viaje a pie , por aquellos hermoso y a la vez difíciles parajes, llegaron con sus maestros; a estos niños se les veía más tímidos y retraídos que a los anteriores pues además es la primera vez que viene a la biblioteca, a la que sin embargo ya conocían por el trabajo itinerante de "La Alforja viajera" que lleva libros y el trabajo de promoción de la lectura hasta las escuelas de las alejadas zonas rurales. Sin embargo la curiosidad natural afloraba tímidamente en los ojos y cuerpos de los niños, contenidos eso sí por el temor a lo nuevo.
La jornada inició con una canción que es del gusto mayoritario entre los niños usuarios de los servicios de la biblioteca, "La Pastora", con ella los promotores de lectura calentaron el ambientey luego empezaron los títeres. La presentación discurrió semejante a la del día anterior, la obra también, los niños estuviero involucrados pero silenciosos, reían bajito, intervenían verbalmente muy poco a pesar de que lo hacían los bibliotecarios. Al culminar la historia sali a despedirme y allí estaban cerca de 80 niñas y niños de las escuelas a los que se habían sumado otros que habían llegado del pueblo y algunos adultos, en la despedida estuvieron más participativos ya sea preguntando o pidiendo ver a tal o cual personaje, dándoles la mano a los títeres e inclusive alguno abrazándolos, el cierra ya se veía festivo y los niños pasaron a otras actividades.
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Segunda Función
Jueves 15
Por la mañana para los alumnos de escuelas de Maribamba y Chincho, estaban invitados también los niños de Tambo pero no llegaron, en realidad no es fácil el traslado. Eran cerca de 50 niñas, niños y adolescentes con un rango de edad más amplio que el día anterior, a los de esta fecha se les veía más temerosos aún a los adolescentes y en particular a las chicas.
Durante la presentación no hubo voluntarios para ayudarme a despertar a Toby, no había manos dispuestas a hacerle cosquillas por lo que tuve que recurrir a una profesora, con ella enfrente se animó a salir un niño y luego otro, pero definitivamente los de hoy eran más cuidadosos, los demás veían expectantes con una sonrisa contenida. Temí que está función fuera más “silenciosa” que las anteriores, y empezó la historia que discurría con un silente público hasta que se oyó una vocecita dirigiéndose al conejo Pompón “no tienes colita”, que volvió a oirse más adelante y en el camino empezó a arrastrar consigo a otras voces que espontáneamente, no inducidas con consignas o preguntas, se volcaban al escenario redondeando la historia.
Al terminar la historia salí a despedir y el ambiente era otro, niños mucho más entusiasta con más confianza y seguridad para acercarse, para preguntar, para pedir que salieran los personajes, para tocarlos, para expresarse; el segmento de cierre fue muy dinámico y participativo aun con las chicas que en primera fila y muy juntitas eran las más temerosas pues cuando veían al títere acercárseles en mis manos se replegaban en conjunto pero ahora ya aproximándose a la dinámica del juego.
Luego descubrí de quien vino esa vocecita que movió a todo el grupo, era de Agelito un niño de unos 9 años del pueblo que había estado en el ensayo y que este día no tuvo clases por lo que se dio una vuelta por la biblioteca, gracias Angelito fuiste una gran ayuda.
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Primera Función No Programada
Jueves 15
Por la tarde, Función libre para la comunidad de Yauya y el que desee asistir.
Después del ensayo ya me había convertido en “una celebridad” en el pueblo, los niños me seguían en silencio para ver a donde iba, unos en las calles ya me saludaban por mi nombre, otros iban a la biblioteca para preguntar cuando habría Títres, y cuando yo volvía a la biblioteca después de dar un recorrido por los alrededores descubría que a prudencial distancia había un grupo de niños siguiéndome y que ingresaban a la espera de una función ; o habían visto alguna o se había corrido la voz pero ya todos asociaban biblioteca-yo-títeres, y ya había quienes me reclamaban porque no había funciones abiertas a todos pues estábamos dentro de un programa en el que no podía participar toda la población por limitaciones de espacio, tiempo, presupuesto y objetivos. Ante esto decidí dar una función abierta, fuera de la programación, como un regalo de Tárbol a la comunidad y en agradecimiento a la maravillosa hospitalidad con que me acogieron.Se hizo la función y fue apoteósica , el público ya era otro, algunos repetían función por segunda o tercera vez, la biblioteca estaba repleta con público aun en el exterior viendo desde la puerta, con todo ello calculo unas 120 personas entre niños y adultos, ahora no fue necesaria la presentación conmigo afuera, Toby de frente se lanzó al escenario y parecía una función en Lima, público muy participativo pero eso si muy respetuoso, eufórico pero sin transgresión, presto a disfrutar; a estas alturas ya se veía que se había operado un cambio en el público que salió del temor y la distancia de una primera experiencia para volcarse pleno.
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Tecera Función
Viernes 16
Para alumnos del IE César Vallejo de Yauya, ya todos sabían de los títeres algunos por haber visto más de una vez la función, otros porque se la contaron. Los chicos estaban altamente motivados desde el inicio, ya no había mayor trabajo que hacer, sólo entregarse y disfrutar la función, ahora ya había más de diez niños disputándose por hacerle cosquillas a Toby, todo el tiempo y con mucha energía y seguridad se escuchaban sus vocecitas preguntando y opinando, ya se había establecido una dinámica de relación entre público-titiritero-títeres.
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Segunda Función No Programada
Viernes 16

Aún faltaban los pequeñitos del jardín de Yauya para quienes no se había programado una función, sin embargo tuve la suerte de visitarlos y hasta me cantaron una canción de bienvenida de modo que no podíamos irnos sin compartir nuestro trabajo con ellos, entonces les regalamos una función fuera de la programación.
Llegaron a la Biblioteca los niños tomaditos de la mano en fila de uno y cantando a todo pulmón, se ordenaron rápidamente y empezó la fiesta, estos pequeñitos fueron la sorpresa pues supuse que debía tener mayor cuidado con ellos dado su corta edad pero esto no hizo falta, ellos me mostraron el camino, algunos ya habían visto la función, quizá eso ayudó, el hecho es sin desmerecer a las demás, esta fue la función más linda, eufórica de principio a fin, al inicio tenía como treinta manitas haciéndole cosquillas a Toby, estuvieron involucradísimos en los sucesos de la obra, radiantes, felices…fue una función maravillosa …
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Y llegó el final de la experiencia, pude ver lo que los Títeres habían sembrado en ese pueblo, la magia de los Títeres rompiendo barreras, tendiendo puentes…
El Sábado empezaba la fiesta del pueblo, por la mañana hubo una ceremonia en la biblioteca a la que Toby estuvo invitado, pero ahora el ambiente era más formal por ello desde un rincón tuvo que frenar sus ímpetus, sin embargo había muchos niños, los fieles usuarios de la biblioteca; la ceremonia estaba en un extremo de la biblioteca y Toby al otro con los niños sentaditos a los lados y con una complicidad de viejos amigos de por medio, Toby escuchaba atento la ceremonia y ante un mínimo movimiento suyo asintiendo con la cabeza o ahogando un ahhhh, ante las palabras de las autoridades invitadas, los niños estallaban en risas; al ver tras la tela del teatrín descubrí que todos esos ojitos apuntaban hacia nosotros, para los niños la ceremonia era otra …




































fotografías Franco Salcedo

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